Sin ninguna duda, la importancia de la Tarjeta Profesional de la Construcción (TPC) reside en el hecho de que es una herramienta que acredita que los trabajadores del sector han recibido la formación adecuada en materia de Prevención de Riesgos Laborales. Además de acreditar esta formación, la TPC contiene datos relativos a la experiencia del trabajador en el sector o la cualificación profesional del mismo. Todas las empresas que desempeñen su actividad en el ámbito de aplicación señalado en el IV Convenio Colectivo General del sector de la Construcción deberán de contar, obligatoriamente, con trabajadores que hayan recibido formación en materia de prevención.
Estos trabajadores podrán actualizar o modificar sus datos en cualquier momento. De todos modos, la TPC tiene una validez de cinco años, tras los cuales será necesaria la renovación de este documento. En Prevención Siglo 21, centro homologado por la Fundación Laboral de la Construcción para impartir estos cursos, contamos con una gran oferta formativa para la obtención de la TPC. El Curso de Recurso Preventivo de 60 horas de duración ofrece la formación básica necesaria para conseguir el título en Prevención de Riesgos Laborales. Esta acción formativa está dirigida a mandos intermedios, directivos y empresarios. Los objetivos que persigue este curso es dotar al alumnado de los conocimientos, habilidades y actitudes necesarios en cuestiones de prevención durante el desarrollo de su actividad laboral. Generalmente, este curso suele realizarse de manera semipresencial, es decir combinando acciones presenciales con otras online.
Los accidentes laborales responden a los riesgos que entraña un puesto de trabajo determinado. En cualquier caso, la meta a batir es conseguir que estos accidentes no se produzcan, lo cual repercute en numerosos beneficios para la empresa en la que trabajan estos empleados debidamente formados en materia de prevención. Entre las principales ventajas destacamos: evitar problemas judiciales, civiles o penales, mayor rendimiento de los trabajadores al minimizarse el número de bajas, incremento de la productividad, buen ambiente de trabajo, etc.
La obligatoriedad de formar a los empleados, dio como resultado formación no reglada que se repetía una y otra vez cuando un empleado cambiaba de empresa, ya que no recibía ningún tipo de titulación por esos cursos. El IV Convenio Colectivo del Sector de la Construcción exige que los trabajadores cuenten con esa formación, pero de un modo mucho más amplio. Además, establece que dicha formación deberá realizarse en un centro homologado y el mismo expedirá un título tras la finalización de cualquier curso realizado en materia de prevención de riesgos laborales. La TPC servirá para acreditar que el trabajador ha recibido dicha formación, evitando que tenga que repetir esos cursos cada vez que cambie de empresa.